LEYENDO, LEYENDO
DESCUBRO UN MUNDO MARAVILLOSO
EN LAS FÁBULLAS DE TAMALAMEQUE
Áreas integradas: Lengua Castellana, Artística, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Tecnologia e Informatica, Etica y Valores, Ingles, Matematicas.Libro guía: Fábulas de Tamalameque
Autor: MANUEL ZAPATA OLIVELLA
Recordemos quien es el escritor afrocolombiano Manuel Zapata Olivella, retomamos nuestro cuaderno y damos una leída de la biografía de Manuel Zapata Olivella.
Manuel Zapata Olivella, que este año se celebramos su Centenario y el Ministerio de Cultura homenajeo a nuestro autor afrocolombiano muy brillante, médico.
Por ello vamos a trabajar en las fábulas de Talamaneque
Actividad 1.
A. Porque crees que en la portada del libro de fábulas de Tamalameque hay animales?
B. Recuerdas de donde era Manuel Zapata Olivella
c. Te gustaría personificar a algún animal y porque dibújalo
Actividad 2.
Iniciaremos leyendo el primer libro llamado: Los animales hablan de Paz, utilizando un tono de voz alto, con buena fluidez y envía tu lectura por vía whatsapp.
ACTIVIDAD 3.
Respondo las siguientes preguntas después de haber leído la fábula LOS ANIMALES HABLAN DE PAZ
a. ¿Cuál es el
animal que traiciona a los demás y por qué se dieron cuenta?
b. ¿Tío Tigre
quiere verdaderamente la paz? explico la respuesta.
c. Cómo es la
Danta? Hago un dibujo.
d. ADIVINA: Soy de los que tengo garras, pero
no tengo melena y la carne de los pequeños siempre está muy buena.
Respuesta: ________________
LOS ANIMALES HABLAN DE PAZ
AUTOR: MANUEL ZAPATA O
TÍO CONEJO y otros amigos, preocupados porque Tío Tigre mataba a
cuanto animal podía, decidieron acabar con sus crímenes. Convocaron a
una reunión a la media noche en casa de Tía Lechuza. A la hora fijada, el
primero en llegar fue Conejo. Golpeó tres veces la puerta, según lo
convenido:
—¡Tac! ¡Tac! ¡Tac!
—¿Quién es?
–preguntó Zorra.
—Yo, Conejo.
Con grandes preocupaciones Tía Lechuza abrió la puerta, temerosa
de que el enemigo pudiera estar rondando su casa. En la misma forma,
tapándose la cara con el sombrero para no ser reconocidos, fueron
llegando los demás convidados, aquellos que eran más perseguidos por Tío
Tigre. Allí estaban Tía Vaca, Tío Perro, Tía Zorra, Tía Paloma, Tío Puma,
Tío Venado y Tía Danta. En voz baja discutían sobre la mejor forma de
acabar con el enemigo de todos, cuando alguien más, que no esperaban,
tocó a la puerta tres veces. Los animales se miraron entre sí sorprendidos y
se preguntaron atemorizados quién podría ser. Lechuza se acercó a la
puerta con sus ojos grandes y preguntó desconfiada:
—¿Quién es?
—Yo, ¡Tigre!
—¡Tigre!
—gritaron todos en coro, temblorosos.
Vaca se escondió detrás de la puerta de la cocina; Lechuza y Paloma
volaron a lo más alto del techo; Danta se armó con la tranca; Venado
comenzó a dar saltos sin poder escapar por la ventana; Perro, con el rabo
entre las piernas, se metió bajo la mesa, y Conejo, que había sido el
promotor de la reunión, a toda prisa se ocultó en la olla de cocinar,
cubriéndose con la tapa. La única que se quedó tranquila en su puesto fue
Zorra, que preguntó a Tigre:
—¿Qué quiere?
Tigre puso la voz lo más delgada que pudo y respondió:
—Estoy interesado también en la paz.
—¡Traición! ¡Traición! —comentaron en voz baja los invitados
—,
alguno de nosotros informó a Tigre de nuestros planes.
Conejo, al ver que Zorra no se había asustado, saltó de la olla y le
olió las manos. —Huelen a Tigre. ¡Tú has sido la traidora!
—Te equivocas, Conejo, ¡apenas lo saludé al pasar por su casa!
Sin esperar a que le abrieran la puerta, Tigre la derribó de un zarpazo
y rugió atronadoramente:
—¿Qué discuten para que no me hubieran invitado?
Paloma respondió con gran timidez:
—La paz.
Tío Tigre soltó una carcajada escandalosa.
Al escucharlo, Lechuza, desde lo alto, le gritó:
—Tigre no quiere la paz porque vive de la guerra. Escandalizado,
escondiendo las uñas, este replicó:
—¡Esa es una calumnia!
Conejo, levantando la tapa de la olla, le dijo:
—¿Estarías de acuerdo en que convoquemos una asamblea de todos
los animales para que acordemos la paz?
Pensando en el gran banquete que se daría teniendo reunidos a todos
los animales y al alcance de sus zarpas, relamiéndose los bigotes, Tigre
respondió:
—¡Claro! ¡Yo seré el Presidente!
—¡Y yo tu secretaria!
—gritó Tía Zorra.
Conejo, todavía asustado por la inesperada presencia de Tigre, le
propuso:
—Bien, pero antes pactemos una tregua de paz
—y sin dar tiempo a
que Tigre u otro de los animales presentes le tomaran la delantera, agregó:
—Yo me encargo de reunirla.
—¡De acuerdo!
—gritaron todos y así quedó concertada entre los
animales una tregua para convocar la gran Asamblea de la Paz.
La vida esta primero.
Aislamiento responsable.
#QuédateEnCasa
#NoEstamosSolos
#YomecuidoTumecuidas