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La actividad que proponemos hoy, es para los papitos y las mamitas, Tiene como objetivo principal reducir la impulsividad y que los más peques aprendan a pensar antes de actuar. El semáforo de las emociones es una herramienta muy útil en la casa en tiempo de pandemia, para trabajar la resolución de conflictos entre los más pequeños, sin embargo, también es una técnica ideal para tener una guía de actuación al sentir ciertas emociones que nos hacen perder el control de nosotros mismos e impiden que vea las situaciones de forma objetiva. El semáforo nos ayudará a resolver nuestros problemas siendo conscientes de lo que sentimos, aceptando esa emoción, pero pensando con la máxima claridad posible antes de actuar.
Cuando sentimos emociones como la ira, tristeza, irritación, tensión, hostilidad… podemos
experimentar cambios en nuestro cuerpo y en nuestra forma de actuar. Es importante comprender que
todas las emociones son útiles y que son nuestra forma de experimentar aquello que nos sucede, por
lo que reprimir una emoción solo traerá más problemas, es fundamental que como padres nos
quede esto claro, para hacérselo llegar a nuestros pequeños.
Materiales necesarios:
- Cartulinas: marrón, gris o negra para el cuerpo del semáforo. Además roja, verde y amarilla para las luces.
- Tijeras con punta redonda.
- Pegamento en barra.
- Plantillas de círculos para usarlas como guía: Platos de cartón, la tapa de algún bote, etc.
- Lápiz.
- Pincel.
La cartulina oscura nos servirá para hacer la base del semáforo. La recortaremos y después pegaremos los círculos en ella: Primero el círculo rojo, luego el amarillo y finalmente el verde.
Para que sea más sencillo, podemos crear carteles al lado del semáforo, poniendo al lado del color rojo “Paro”, al lado del círculo amarillo “Pienso” y al lado del círculo verde “Actúo, podemos poner imágenes que simbolicen esas acciones. Así tendremos siempre disponible la guía y no se nos olvidará qué significa cada color. Si hacemos esto, deberemos añadir al material:
- Cartulina blanca.
- Lapices de colores.
Desarrollo de la actividad:
Una vez tenemos todo preparado, vamos a plantearles algunas preguntas a nuestros niños:
¿Para qué sirven los semáforos?
¿qué hacen los coches cuando el semáforo está en rojo?
¿y en verde?
Así, introducimos la actividad y les facilitaremos el uso de esta herramienta. Para que les quede bien claro, podemos poner ejemplos: “Hay veces que cuando me enfado mucho, actúo sin pensar y contesto mal a mis amigos. Cuando esto me vuelva a pasar, miraré el semáforo y ¿qué debería hacer?”. Pondremos varios ejemplos y dejaremos que ellos planteen otras situaciones. Así podrán interiorizar mejor la dinámica.
Es importante recordar lo que significa cada color:
- Rojo: Me paro. Debemos parar y detectar qué nos pasa. Por qué estamos tan desbordados. Podemos respirar hondo y relajarnos un poco.
- Amarillo: Pienso en las alternativas que tengo. ¿Qué puedo hacer frente a esta situación? En este punto deberemos ayudarles a buscar alternativas, analizar con ellos la situación para que vean cómo pueden buscar respuestas alternativas a diferentes situaciones.
- Verde: Actúo. Ya hemos parado, sabemos cómo nos sentimos y hemos pensado en una alternativa para dar respuesta a una situación. Ahora, nos toca actuar. ¿Qué debemos hacer?
- Una vez tengamos nuestro semáforo, nos sentamos en círculo con él y vamos a poner ejemplos sobre cosas por las que hayamos pasado. Así, haremos la técnica del semáforo con situaciones pasadas o conflictos que tengamos en el presente que den pie a poner en práctica esta técnica.
ACTIVIDAD
#QuédateEnCasa
#NoEstamosSolos
#YomecuidoTumecuidas